Inteligencia emocional

Ayer, martes 12 de marzo, asistimos a la conferencia “Hábitos Saludables para la Mujer de Hoy” en la Ciudad de la Innovación de la Universidad Politécnica de Valencia. La charla fue impartida por Carlota Hernández Sanz, licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valencia. Se trata de una de las tantas actividades organizadas por el Instituto Nacional de Inteligencia Emocional (ASNIE). Podéis encontrar su página web aquí (http://www.asnie.org/).

Múltiples fueron las recomendaciones demostradas científicamente que nos expuso la ponente. En primer lugar nos habló sobre nutrición, ejercicio físico, hábitos saludables,… Descubrimos hechos interesantes como que el exceso de sal provoca retención de líquidos por lo que es recomendable evitarlo. O que también es sano comer chocolate negro con una pureza superior al 70%, así como comer marisco, ya que es una fuente de calcio. Siempre teniendo en cuenta las cantidades recomendadas.

Finalmente incluyó la “Inteligencia Emocional”. Desde los primeros años de carrera empecé a oír a hablar del Dr. David Goleman y su teoría de la Inteligencia Emocional, pero realmente hasta ahora no tenía muy claro en qué consistía, sí su significado, pero no como nos podía ayudar al día a día y también en el ámbito laboral.

En primer lugar, tenemos que tener claro que existen tres tipos de inteligencia (algunos autores especifican más, pero todos están de acuerdo con las siguientes):

  • · Inteligencia biológica, la que viene determinada genéticamente.
  • · Inteligencia social-emocional, es la que hace referencia a las habilidades de la persona para que en la vida se desenvuelva bien. Se basa en las relaciones con el medio y con los demás.
  • · Inteligencia académica o psicométrica, es la que es evaluada con un test de inteligencia, y determinada si una persona es eficaz en el sistema educativo y académico.

Por tanto, el significado de Inteligencia Emocional es el siguiente: “es un conjunto de destrezas, capacidades y competencias no cognoscitivas que influyen en la habilidad de una persona para conseguir el éxito enfrentando exigencias y presiones”.

En el siguiente dibujo observamos que la Inteligencia Emocional está englobada dentro del Desarrollo Conductual (en el cual aprendemos por Observación, Condicionamiento Clásico y/o Condicionamiento Operante), el Desarrollo Cognitivo (pensar) y por último, el Desarrollo Emocional (sentir). Durante los primeros años de vida aprendemos rápidamente a actuar y a pensar y en menor medida a sentir. Obviamente todo el mundo tiene emociones y sentimientos, pero en la actualidad no solemos ser conscientes de nuestras emociones en cada momento.

Muchas veces realizamos comportamientos o tomamos decisiones y no sabemos realmente porqué, no sabemos porque hemos hecho eso y sí lo que hemos hecho es lo correcto. Podríamos decir que tenemos dos mentes, la que piensa y la que siente. ¿Hacéis caso a vuestras emociones? ¿Sois conscientes de cómo os sentís en cada momento?

Desde pequeños, y más en la sociedad actual, se nos ha dicho que debemos pensar antes de actuar, dejando atrás las emociones y pensando fríamente. Dicho así no es del todo correcto, sino que lo inteligente emocionalmente sería conocer nuestras emociones, reconocerlas y saber manejar lo que sentimos y las emociones de los demás, de tal modo que podamos conseguir nuestros objetivos y nuestras metas.

A continuación os enlazo un link sobre una conferencia del Dr. Goleman en el cual se explica que es la Inteligencia Emocional y como nos podría ayudar en nuestro día a día y en nuestra vida laboral. Es un poco larga y la traducción no es muy buena, pero seguro que os resultará interesante: https://www.youtube.com/watch?v=HuFwimJuohw

No quiero extenderme mucho más, así que únicamente os nombraré los conceptos más importantes que tenemos que tener en cuenta para desarrollar la Inteligencia Emocional. Sí, habéis oído bien, desarrollarla, es la única inteligencia que podemos potenciar. Así que, ¿a qué esperáis?

Conceptos más importantes:

Competencias personales:

  • · Autoconocimiento.
  • · Autocontrol emocional. (Capacidad para postponer la gratificación).
  • · Motivación

Competencias sociales:

  • • Empatía.
  • • Habilidades sociales (asertividad).

Por último, remarcar que la Inteligencia Emocional está muy relacionada con el estrés que llevamos hoy en día, y en la forma en que manejamos nuestras propias emociones.

Mª Pilar Ferre Ribera