Cuando el embarazo nunca llega (2ª parte)

En esta segunda parte del artículo (si no habéis leído la primera aquí podéis acceder a ella) vamos a dar algunas orientaciones que pueden ayudar a las parejas con problemas de fertilidad a afrontar el problema. También es muy importante que las conozcan familiares y amigos de estas personas, ya que muchas veces no sabemos cómo podemos ayudarles. Estas recomendaciones nos pueden ser de utilidad:

  • No culparse: Ni a nosotros mismos ni a nuestra pareja. Nadie es culpable de esto, es un problema biológico sobre el que no tenemos capacidad de decisión.
  • Afrontar el problema en pareja: Nuestra pareja es el apoyo más cercano que tenemos, además de que es quien está pasando con nosotros esta crisis. Mejorar la comunicación, el apoyo emocional o acudir juntos al médico nos ayudará a fortalecer nuestro vínculo y así afrontar mejor el problema.
  • Estar informado/a: Podemos consultar a especialistas, leer libros acerca de la infertilidad, páginas web, etc. Lo importante es conocer bien nuestro problema, de forma que tengamos la capacidad de decidir lo que creamos más conveniente dentro de nuestras posibilidades. Estar bien informados nos ayuda a sentir que tenemos cierto control sobre nuestra situación y que podemos actuar de alguna manera.
  • Contactar con parejas con el mismo problema: Acercarnos a otras parejas que atraviesen por la misma situación nos ayuda a sentirnos comprendidos y a ver que no estamos solos. Muchas veces los momentos más difíciles se dan cuando ves que en tu entorno más cercano nadie ha tenido dificultades a la hora de tener hijos y no acaban de comprender hasta qué punto afecta un problema así.
  • Buscar ayuda profesional: Con la ayuda psicoterapéutica adecuada las parejas afectadas por la infertilidad recibirán la orientación necesaria para poder reconocer y aceptar su problema, así como buscar la mejor solución para ellos. La ayuda psicológica disminuye el estrés y modifica las actitudes. Como dijimos en la primera parte del artículo, no significa que la reducción de estrés vaya a aumentar la probabilidad de éxito de embarazo (quizá sí, pero no hay resultados concluyentes), sin embargo sí es muy importante esta terapia para la mejora de la calidad de vida y la aceptación de esta realidad.
  • Poner límites: Es bueno fijar un espacio temporal para hablar de este tema (¡y cumplirlo!) para que no acabe consumiendo todo nuestro tiempo y esfuerzo. También es necesario marcar el límite de hasta cuándo estamos dispuestos a esperar el embarazo, qué tratamientos queremos o no queremos realizar y, por supuesto… cuánto esfuerzo económico destinaremos a tratamientos de fertilidad.
  • Mantener vínculos sociales: Otro pilar fundamental para superarlo es recibir el apoyo de familiares y amigos. Está demostrado que las personas con más vínculos sociales tienen más facilidad para sobrellevar los momentos de adversidad y salir de ellos más rápidamente.
  • Buscar “soluciones” o alternativas: La adopción es una posible alternativa. Por supuesto, también es factible la “elección” de no tener hijos.

Amparo Puche García