Hoy vamos a hablar sobre un tema del cual no habíamos nombrado todavía y cada vez tienen una mayor prevalencia en nuestro país. Un 9% de la población española padece trastornos de la conducta alimentaria.
Entre los más comunes encontramos la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, la obesidad y la vigorexia entre otros. Pero hoy nos vamos a centrar en los dos primeros: la anorexia y la bulimia nerviosa.
Existen diversas diferencias entre en la anorexia y la bulimia, como por ejemplo, que el inicio de la anorexia nerviosa suele aparecer a partir de los 13 años y en cambio en la bulimia a partir de los 17 años. En la anorexia la pérdida de peso es muy aparente debido a la privación de alimentos, por tanto los problemas físicos que acarrea son mayores en comparación con las personas que padecen bulimia.
Más específicamente, en este artículo vamos a explicar una introducción sobre el origen de la bulimia y la anorexia, ya que normalmente son comunes. Hay que tener en cuenta, que existen diversas teorías, algunas verificadas científicamente y otras simplemente se ha comprobado que influyen junto a otros factores, no por sí mismas. También cabe señalar el hecho de que en general hablaremos de mujeres que padecen este trastorno, ya que solo entre el 5 y el 10% son hombres.
En primer lugar, la más influyente y conocida es la “presión social y los estereotipos” creados por la sociedad moderna. Es de sobra sabido que desde pequeñas y sobretodo en la adolescencia las niñas son presionadas por la sociedad y en múltiples ocasiones por los más allegados para estar delgadas y tener un cuerpo diez según la imagen de modelo ideal de belleza. Este modelo ha cambiado a lo largo de los años, no hay más que ver la imagen adjunta concerniente a la época de Rubens, en donde el ideal de belleza femenina dista mucho de la actual “realidad”.
Por otro lado, a través de la televisión, las revistas, los anuncios de modelos,… se nos ha infundido un modelo de belleza no realista si comparamos con las mujeres a pie de calle (siempre dentro de lo saludable). Además, se publican miles de artículos sobre dietas y tratamientos milagro, las cuáles no tienen nada de saludable y ni siquiera son eficaces.
Otro factor importante es el “haber tenido sobrepeso en el pasado”. No es anormal ver niños insultando a otros por tener sobrepeso. Y no solo en los más pequeños se puede ver esta práctica, si no que en ocasiones son los propios adultos que critican a las personas obesas con las consiguientes consecuencias. Además, existe una estigmatización de los obsesos donde se les tacha de vagos, introvertidos, sin amigos, perezosos,… pero felices. Descripción totalmente equivocada, ya que no existe una relación causal entre el peso y dichas características. Siguiendo con el mismo hilo, no hay que tener en cuenta solamente si se ha sufrido sobrepeso anteriormente, sino que también es importante conocer si alguno de sus progenitores (normalmente la madre) es o ha sido obesa, lo cual influye en que la persona no quiera seguir el modelo paterno o materno.
Un tercer factor serían las “variables de vulnerabilidad” tales como el tener una baja autoestima, ser tímido, perfeccionista,… Estas variables influyen en el proceso de aparición de la bulimia o la anorexia, pero no de forma aislada. Es decir, se deben dar otros factores para que incida de manera importante.
En cuarto lugar (no está comprobado de forma aislada) existen “desencadenantes más concretos” como son la muerte de un familiar, un divorcio,…. Y el hecho de la “primera dieta” como factor desencadenante de un problema de alimentación, ya sea de manera autoimpuesta o recomendada por un médico. Cuanto más rígida sea una dieta, más probabilidades hay de padecer dichos trastornos. Además, se conoce que existe un 40% más de vulnerabilidad cuando las dietas se empiezan en verano que en otras épocas del año, ya que suelen ser dietas exprés o como se llama comúnmente la “operación bikini”.
Para finalizar me gustaría resaltar que existen grupos de personas o profesionales que tienen una mayor vulnerabilidad a desarrollar bulimia o anorexia, tales como bailarines, atletas, modelos, actrices,…. donde la presión social y la importancia del físico son mucho mayores.
Mª Pilar Ferre Ribera